Oposiciones en Canarias 659 889 584

Con la llegada del verano, en el punto álgido de las oposiciones de magisterio 2022 y ya con mucha gente pensando en las oposiciones de secundaria de 2023, continuo con la serie de historias que inspiran, pensando en todos los opositores y opositoras o en aquellas personas que aspiran a serlo. En este caso, Jorge Ruíz Ruíz, Coque, nos habla del largo camino que ha recorrido hasta alcanzar la meta de conseguir su plaza de funcionario público. Su historia es un ejemplo de que hay muchos caminos que llevan a Roma, y que a veces, para escalar la montaña más alta, hay que plantearse objetivos intermedios, antes del asalto final a la cumbre.

PREGUNTA: Hola Coque, cuéntanos un poco quién eres y, sobre todo, ¿cómo decidiste hacerte orientador?

RESPUESTA: Hola. Comencé a trabajar con menores y jóvenes a los 19 años. Durante mi etapa universitaria, compaginaba los estudios de psicología durante el curso escolar y en los veranos, trabajaba en campamentos, primero como monitor y luego como coordinador. Lo que en principio solo era irse de campamentos terminó forjando la vocación de aunar ambas realidades; así decidí redirigirme hacia el Sistema Educativo. De este modo, cuando acabé la licenciatura realicé el –ya desaparecido- Curso de Aptitud Pedagógica (CAP) y un Máster Oficial en Psicología de la Educación.

P: ¿Cómo fue tu primer contacto con las oposiciones allá por 2008?

R: A finales de 2007 me matriculé en Madrid del CAP y en una academia que estaba creciendo. Desde el primer momento me dijeron que no me podían preparar la parte práctica.

¿El resultado? Pues aprobé la teórica, pero suspendí la práctica.

P: ¿Cómo fue el camino desde 2008 hasta la siguiente convocatoria en 2018?

R: Como he dicho soy madrileño pero mi proyecto de vida estaba decidido a desarrollarse en Canarias. Tuve la mala suerte de ver cómo, cada convocatoria de oposiciones de Secundaria, salían de muchas especialidades, pero no de Orientación Educativa. Sin embargo –y este es mi consejo para todo el mundo– no me quedé de brazos cruzados. Esos diez años los utilicé en ir haciendo méritos para las siguientes convocatorias y así, finalicé un doctorado en psicología, entre otras cosas.

P: ¿Qué notaste que te faltó en 2018 para conseguir tu plaza?

R: Una guía. Me preparé por mi cuenta y, a decir verdad, poco tiempo. Contaba con la experiencia de haber estudiado los temas en 2008 (o parte de ellos), contaba con todo lo nuevo aprendido en estos diez años… Pero hace falta más: hace falta un plan de actuación, una estrategia, un enfoque. Fui al examen, aprobé el teórico (al fin y al cabo, solo es un examen, como las decenas de exámenes que hemos hecho en la facultad) pero no, con eso solo no vale.

Por eso decidí buscar un preparador y te encontré a ti. Empezaste a prepararme en el curso 2019/20 de cara a las oposiciones que estaban programadas para verano de 2020.

P: ¿Qué supusieron para ti tus primeros inicios en orientación haciendo sustituciones?

Todo lo que acontece, conviene”. Es una frase de un entrenador de fútbol; me gusta porque pone el foco en nuestra responsabilidad por afrontar las cosas de forma estratégica.

La pandemia hizo que no hubiera oposiciones en verano de 2020. Me llamaron de las listas y pude trabajar un curso completo hasta las oposiciones de 2021. No me dio puntos claro, pero sí me permitió ver las cosas desde dentro y ponerles cara a cosas que hasta entonces solo eran nombres, como Informe Psicopedagógico o Comisión de Coordinación Pedagógica.

Tuve esa suerte, sí; pero no solo es eso. Hubo compañeros que después del aplazamiento de las oposiciones de 2020 a 2021 no siguieron porque total, íbamos a dar lo mismo; yo sí. Me quedé un año más contigo. Estuvimos trabajando un año más… Es un esfuerzo, sí. Pero mereció la pena.

P: Y por fin, tu gran año… ¿Cómo fue el proceso de conseguir plaza en el año 2021?

Por fin afronté un concurso de oposiciones con una estrategia, con un plan de ataque (perdonen la metáfora bélica, pero es como mejor lo expreso).

No te hice caso en el número de temas, estudié muy a conciencia, pero no abarqué un número suficiente para lograr esa ‘tranquilidad estadística’ de la que nos hablabas.

El sorteo fue muy desfavorable, de los cinco temas, cuatro ni los había leído y uno, lo había leído un par de veces, pero no había machacado a conciencia.

El caso práctico lo defendí muy bien. Al final, la media salió positiva y pasé a la siguiente ronda.

Y en la segunda fase, la exposición oral ante el Tribunal de la programación del Departamento de Orientación y los programas de intervención, lo hice muy bien. ¡Lo teníamos trabajado! Vimos el diseño varias veces, fortalecimos sus aspectos débiles, ensayamos los tiempos y la forma de comunicar.

Se computaron las medias con los méritos… y finalmente: el éxito.

P: Bueno, me alegro mucho de que este largo viaje haya sido tan productivo y fructífero, también duro, obviamente, y que finalmente, llegaras a buen puerto, logrando tu objetivo. Ha sido un placer acompañarte en el tramo final. Muchas gracias también a ti por haber confiado en mí.

R: De nada. Un placer.

Siempre te estaré agradecido por ayudarme a alcanzar el mayor logro profesional de mi vida y toda la ayuda que me sigues dando.

Un abrazo

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